domingo, 12 de agosto de 2012

Un poema precioso de Bécquer

A veces el orgullo nos juega malas pasadas, como pasa en este poema de Gustavo Adolfo Bécquer.

 Asomaba A Sus Ojos Una Lágrima
Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón.
Habló el orgullo y enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.

Yo voy por un camino, ella por otro,
pero al pensar en nuestro mutuo amor
yo digo aún: "¿Por qué callé aquel día?".
Y ella dirá: "¿Por qué no lloré yo?"

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