LA HIJA DEL ESTE, de Clara Usón
(Barcelona, 1961).
Seix Barral, 2012
Premio
Femenino Lumen en
1998 con su novela Las noches de San
Juan.
Premio
Biblioteca Breve de
la editorial Seix Barral en 2009 con Corazón
de napalm.
Premio
de la Crítica del 2012
por la novela que vamos a comentar.
En La hija del Este el
relato se compone de 16 capítulos y un epílogo. Comienza con un vídeo de
Youtube, que sintetiza la vida de la familia Mladić, desde la felicidad de la
vida familiar hasta el entierro de la hija; el final de la novela hace un balance
de los hechos, explicándonos qué fue de cada uno de los personajes
protagonistas.
A partir de este inicio la novela
tiene una estructura de alternancia. Los capítulos pares presentan una “Galería
de Héroes” comenzando por el legendario Príncipe Lazar, siguen con Slobodan
Milosevic), Radovan Karadzic, médico y poeta, que se mete en política por no
poder hacer otra cosa y Ratko Mladic –el
carnicero de Sbrenika (padre de la protagonista). Todos son personajes
egocéntricos y crueles.
Según la crítica “es
un acierto que la serie de los Héroes comience con el Príncipe Lazar porque, con la presencia
relevante de aquel rey medieval que libró y perdió la batalla de Kosovo contra
los turcos, la novela se inflama con un aliento épico (y bárbaro) que luego
descubre sus tonos más sombríos en sus herederos de finales del siglo XX, que
son los tres criminales de guerra”.
La lectura de esta obra no es amable
ya que el argumento trata de la guerra de los Balcanes -con toda su crueldad-
que desmembró en varios estados lo que era la antigua Yugoslavia unificada de
Tito. Los nuevos países: Croacia, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro,
Kosovon y Macedonia, antes juntos, siempre mantuvieron sus diferencias
nacionalistas.
En la novela se habla de todos esos
países y de los mandatarios de cada uno de ellos. Si a esto añadimos los
nombres de los personajes, que suenan extraños a un lector hispano, seguir la
trama de la obra no es tarea fácil, pero al final todos los cabos se van
atando, al confluir los capítulos históricos con los de ficción.
Sin embargo, sacamos una idea muy
clara de las razones por las que interesa que se desencadenen guerras; de la
crueldad e injusticia de las mismas y de la pérdida del sentido de la realidad
ante consignas interesadas y manipuladoras de los mandatarios de cada país.
En el tercer capítulo comienza la
trama de la novela: Ana está con unos amigos de visita turística en Moscú:
vamos a conocer a la formal Nadica –compañera de Ana en 5º curso de medicina-, la
sofisticada Martina, el gordo Zoran, el celoso Marco –que desfallecía por
Martina que, a su vez, coqueteaba con
Petar…- Todos ellos en su visita nos presenta una capital que se deja
convencer por las multinacionales americanas: Coca-Cola, Mac Donalds; además nos
presenta el propio Moscú con su Plaza Roja, la tumba de Lenin, el Museo Puskhin,
los borrachos nocturnos y la vida en suburbios de los menos favorecidos por la
fortuna.
En este viaje comienza el
enfrentamiento verbal sobre temas políticos que se establece entre Ana y sus
compañeros, por el que nos damos cuenta de la ideología de la protagonista, muy
influenciada por su padre, un fanático nacionalista serbio.
El amigo canadiense de un acompañante
de Ana en Moscú –Sasha- le hace ver que lo que ocurre no es una guerra civil
que enfrenta a serbios contra los musulmanes, a los que quieren aniquilar, sino
un genocidio; el canadiense le enseñó fotos de Sarajevo y un vídeo en donde ve
a su padre dando órdenes de segar vidas indiscriminadamente.
Ana se va dando cuenta muy
lentamente de la verdad, recordando momentos importantes que vivió, como:
1) El pic-nic con su familia que
acaba en una especie de juego, que en realidad es un ataque con bombas al
enemigo. (p. 339).
2) Cuando Ana estudia la Clasificación
de las heridas de armas de fuego, ya está más segura de cómo es su padre, que
por cierto la llamaba “hijo”, que era una forma de decirle “te quiero tanto que
te asciendo a hombre”(p.344).
3) La reflexiones de Ana cuando
comprende que si el padre mata, ella tiene la obligación de curar a los heridos
(p.361).
4) Ana ya no duda de que su padre es
un cruel asesino; no es capaz de asimilar esta realidad y se suicida con la
pistola que ambos limpiaban con frecuencia. La pistola es el símbolo de la
camaradería que existía entre ellos basada en sus ideas políticas comunes, pero
para Ana se convierte en un arma mortal que siega la vida de los que no piensen
como su padre.
La guerra de Bosnia terminó con los acuerdos
de Dayton, en octubre de 1995. Madlic para perpetuarse en el poder siguió con
la guerra de Kosovo, hasta que en el 1999 la OTAN termina bombardeando
Belgrado.
Resumen final: Milosevic y Karadzic
murieron en prisión; Madlic estuvo
escondido 15 años protegido por el Gobierno y el Ejercito serbio, por lo que
hacía una vida normal con su familia, hasta 2002 en que lo encarcelan (p. 480).
Relaciones amorosas de Ana:
1) Un romance clandestino con Nikola,
un cuarentón casado, que la abandona cuando su mujer se entera de la
infidelidad. Para Ana es un cobarde porque huye cuando empieza la guerra.
2) Otro con Dragan, del que no
estaba enamorada y al que el padre envía a la guerra para que lo maten. Los
amigos culpan a Ana de esto y ella siente verdaderos remordimientos por ello.
3) Danilo Papo, que explicaba a Ana
que los nacionalismos (ella es serbia) son peligrosos (p.415). Estaba enamorado
de ella, aunque nunca mantuvieron relaciones íntimas. Es el que cuenta parte o toda
la historia de la novela
Algunas ideas que completan esta
explicación están extraídas de un
artículo de Ángel Basanta en C-El Cultural.es, como las que siguen:
-En 2006, Usón leyó que Ana, apenas 23 años, brillante
estudiante de medicina y nacionalista a ultranza, se había suicidado con la
pistola favorita de su padre, reservada para cuando naciera su nieto. Quizá fue
un sacrificio, un acto heroico o una simple forma de autodestrucción.
-La autora invirtió tres años de investigación, hasta el extremo
de hacerse traducir dos biografías del serbio y entrevistar a un buen número de
croatas, bosnios y serbios. Buena parte de esa documentación vertida en la
novela la tiñe también con una pátina de crónica, con fotos y reproducción de
informes, así como una galería de monstruos (Milosevic, Karadzic, Mladic).
-Ana iba a ser presentada de manera más inocente por la
escritora, pero cuando esta averiguó que en un picnic familiar acabó con su
padre compartiendo disparos con fuego de mortero contra los bosnios, “me hizo
reconsiderar bastante al personaje.
- Una excelente novela en la que se aprende mucho sobre la historia convulsa de los Balcanes y su
conflictiva mezcla de religiones y etnias iluminadas por fanatismos
nacionalistas, con esmerada integración de historia y ficción.
- Refrán de su país que reza: “Cuanto más sepas, más sufres”
- Desinterés de las autoridades europeas, como ya ocurriera ante
la Guerra Civil Española y el ascenso del nazismo.
ESPERO QUE LA OBRA
OS HAYA GUSTADO A TODOS