JULIO CORTÁZAR
En su fabuloso libro de relatos titulado Todos los fuegos, el fuego, aparece entre otros, el sugerente, pero a la vez durísimo cuento La señorita Cora. En él, el estudio psicológico de los personajes está tratado con minuciosidad en la situación que presenta.
Os lo recomiendo a todos, así como otros relatos de este mismo libro: La isla al mediodía, La salud de los enfermos o La autopista del Sur. Todos son excelentes.
LA
SEÑORITA CORA
Carmen de Mora Varcárcel en su
estudio sobre este cuentolo
incluye dentro de los ritos del erotismo “Las relaciones entre el chico enfermo
y la enfermera que lo cuida poseen un carácter ceremonioso que enmascara la
sensualidad incipiente del primero y la incomodidad equívoca que provoca la
segunda”
La técnica bipolar utilizada en
este cuento es muy frecuente en los cuentos de nuestro autor. Cora, la
enfermera, comienza su relación con Pablito, el enfermo, de forma hostil,
debido a las exigencias de la madre del chico; éste aunque se siente atraído
por la enfermera también se muestra frío y distante debido a los desplantes de
Cora. Sin embargo por caridad la relación enfermera-enfermo es buena cuando el
muchacho vive momentos críticos de su enfermedad y hostil cuando el chico se
encuentra mejor. Al final cuando sabemos que el chico morirá Cora le demuestra
afecto y confianza pero ya es inútil.
Los personajes no actúan así porque
lo tengan premeditado sino que lo hacen por tensiones emotivas, fruto de la
inmadurez de ambos, y de la atracción que mutuamente sienten.
El narrador participa en los hechos
que relata, por lo que se cuenta y sobre todo, por los excelentes monólogos interiores que aparecen de
forma generalizada: cuatro monólogos relativos a cuatro personajes que
se suceden de forma alternativa, sin transición, con el consiguiente
desconcierto del lector. Gracias a estos monólogos nos aproximamos más a los
personajes y conocemos algo de su psicología.
Este relato, aunque está narrado en
primera persona posee una focalización múltiple de esos cuatro personajes, por los que llegamos a conocerlos en mayor o menor medida, según sean más o menos protagonistas.