viernes, 20 de diciembre de 2013

RECETA NAVIDEÑA FÁCIL Y MUY VISTOSA. ¡FELICES FIESTAS!

 Brazo de gitano
relleno de salmón ahumado
 
PARA QUEDAR COMO UNA REINA/UN REY (DEPENDA DE QUIEN COCINE)
 
APROVECHO PARA FELICITAROS LAS PASCUAS A TODOS
(NO DEJÉIS DE LEER)

Ingredientes:

Para la masa del brazo gitano:
  • 5 huevos
  • 5 cucharadas de azúcar
  • 5 cucharadas de harina todos los usos
Relleno:
  • 6 u 8 lonchas de salmón ahumado
  • 1 bote de sucedáneo de caviar
  • salsa rosa a gusto
  • lechuga para decorar la fuente
Elaboración:
  • Preparamos la masa del brazo gitano: batir los huevos con el azúcar, tiene que quedar bien espeso, poner en un bol y agregamos de una en una las cucharadas de harina y unimos con movimientos envolventes para que no se baje.
  • Cubrimos una fuente de horno con papel para hornear, vertemos la mezcla y con una espátula emparejamos y horneamos a fuego fuerte (200ºC) más o menos 10 minutos.
  • Cuando vean la masa dorada, sacar del horno y voltear sobre un paño limpio humedecido con agua, retirar con cuidado el papel con la ayuda del filo de un cuchillo.
  • Untar con salsa rosa (mayonesa con un poco de quechup revuelto), distribuir las lonchas de salmón, pero reservando una o dos para decorar, espolvorear con caviar (un sucedaneo,je, je, por lo del precio) y enrollar con cuidado. Untar la superficie con salsa rosa y tiras de salmón y todo alrededor con lechuga.

¡QUE OS GUSTE MUCHO!
 

Juegos de la edad tardía. Comentario de la obra.


Juegos de la edad tardía

(Tusquets, 1995, 3ª ed.),

 
Luis Landero
(Alburquerque, Badajoz, 1948)
 

-Premios Ícaro 1989; Premio de la crítica 1990; Premio Nacional de literatura 1990

-Autor de obras como:

Entre líneas; Caballeros de fortuna; El mágico aprendiz; El guitarrista, etc.

-Es la primera novela de Luis Landero (1989)

 
Época en la que ocurren los hechos:

En los años 50. La novela comienza con una frase que hace referencia a un día concreto que sitúa parcialmente la acción: "La mañana del 4 de octubre Gregorio Olías se levantó. "Recordó entonces que aquel día, 4 de octubre, pasaba el General por la ciudad". En ese día se celebra la fiesta de San Francisco de Asís, onomástica de Franco. Esas referencias están dirigidas al público que va a leer la obra, y que comparte con el autor un contexto histórico determinado que le permite fácilmente rellenar esos huecos de información con una experiencia que sabe común con el autor.

Lugar donde ocurren los hechos: una ciudad que podría ser Madrid. Al final, por la zona rural donde se encuentra Gil.

Lenguaje: Prosa desbordante mezclada con humor, inteligencia e inventiva.

Estructura: Landero va a usar la fórmula utilizada en El Lazarillo, contando la historia de Gregorio desde su niñez. Así comprendemos que las desilusiones, encierros y miserias que vivió(su infancia en el quiosco, su casa de casado y su trabajo solitario son tristísimos)le lleven a estas ilusiones de adulto. Es su primer amigo, Elicio, quien le sugiere el pseudónimo de Faroni.

La obra está dividida en tres partes y un epílogo. En la primera se nos cuenta la niñez y primera juventud de Gregorio. En la segunda, cuando empieza a entrar como novio y, después, marido de Angelines en la casa donde la chica vive con su madre, y la tercera parte coincide con la llegada de Gregorio a la pensión, después de huír de su casa porque Gil llegó a la ciudad. En todos los ámbitos nos damos cuenta de que la soledad en la que vive Gregorio hace que se evada de su triste realidad y cree mundos de ensueño.

El épilogo deja a Gil y Gregorio en su realidad lunática en el Círculo Cultural Faroni, en medio de la nada. La obra tiene un final abierto, ya que no se puede uno imaginar cómo podrá continuar esta continua fantasía.

Sinopsis de la obra: Los anhelos de una vida amorosa e intelectual inquieta que Gregorio alimentó en su juventud se habían esfumado cuando, convertido ya en un oficinista gris, conoce un día por teléfono a Gil, hombre modesto, maduro también, quien, tras largos años de exilio, acabó idealizándolo todo en mitos anacrónicos. Gil necesita a toda costa a un héroe-artista al que adherirse y, lentamente, consigue resucitar en Gregorio sus sueños juveniles y el deseo de convertirse en esa figura simbólica. Así ocurre la metamorfosis de Gregorio en Faroni, personaje que ninguno de los dos nunca logró ser -ingeniero y poeta, triunfador, culto, políglota, apuesto, audaz en el amor, «progre»-, pero patética caricatura del artista trasnochado. Cuando Gil va por fin a conocer a Gregorio, éste ya no puede volver atrás. Estos dos adolescentes otoñales han emprendido juegos demasiado peligrosos, y fortificado, uno por la fe redentora del otro, ya no pueden sino fundirse para siempre en Faroni.

El protagonista delira en su forma de pensar  y desde la más asombrosa y aburrida vida se monta una imaginaria vida literaria con la excusa de ayudar a ser feliz al prójimo.
 
Su vida es una pura mentira: “Y a veces incluso le he mentido para que sea feliz, pero que conste que en las mentiras había siempre un fondo de verdad". Para ser feliz, decir unas cuantas mentiras es un precio bajo.
"Yo he sido feliz -dijo Angelina con voz neutra-. No hemos pasado hambre ni hemos estado malos. No ha habido guerras. ¿Qué más quieres entonces?" (Ver también p. 379 y 389)

La historia da un salto hacia la etapa que Gregorio Olías pasa en la academia nocturna donde conoce a su futura mujer, Angelina. En la academia aparecen nuevos proyectos, como el de la ingeniería, y se presenta incluso un atisbo de felicidad, (p. 19) pero el autor decide avanzar siete años de golpe para mostrarnos a un Olías ya formado: lo que permanece en él es la costumbre de eludir sus propios proyectos, así como la ruptura con el pasado para vivir un presente.

En sus relaciones familiares (con Angelina y la madre de ésta) impera el silencio y la costumbre, y a pesar de que en algún momento dice ser dichoso, la singular y vacía convivencia conduce a la pareja a comunicarse muy poco.
 
Ese no querer nada más es lo que define a la figura de Angelina. Es la antítesis de Gregorio (ilusión-realidad);  ella sostiene siempre una actitud de aceptación de la realidad y no cesa de juzgar a Gregorio como un loco o un holgazán. Landero trata con mirada ambigua a Gregorio, sin embargo a Angelina (y a su madre)la presenta de modo sistemáticamente degradante.

Esta es una historia de altibajos: Gregorio se agobia con sus propias invenciones pero es incapaz de eliminarlas de su mente. En cierta medida, Angelina se erige como contraparte de su marido, al ser una mujer con un sentido práctico de la vida; para él, mantener el equilibrio mental escapa a sus posibilidades psicológicas, y la novela se hace interminable al exponer continuamente todo un cúmulo de situaciones similares.

Otra dualidad: Gregorio, protagonista y héroe, huye ante la adversidad, y sin embargo Gil se ofrece al sacrificio para mantener la llama del progreso y el cambio. La personalidad de Gil es más admirable que la de Gregorio.

Gregorio no carece del afán, característica de la familia que en su infancia le explicó su abuelo en qué consistía: p. 50 y 54.

- ¿Qué es el afán, abuelo?- El afán es el deseo de ser un gran hombre y de hacer grandes cosas, y la pena y la gloria que todo eso produce. Eso es el afán.

Su rutinaria labor se ve interrumpida cuando, a los seis años de estar allí sin ver nunca a ningún otro empleado, comienza a recibir llamadas de Gil, representante de Requena y Belson. Empieza a establecerse una relación entre ambos que resucita una parte de su vida pasada. Con Gil se hacía el interesante y como Gil lo admiraba, Gregorio se sentía feliz con esa admiración.

A veces, Gregorio, tiene remordimientos de conciencia, e incluso se llega a plantear la posibilidad de confesar a Gil toda la verdad sobre su existencia, pero nunca da ese paso porque él dejaría de ser admirado por la única persona que le sube su autoestima y lo ve como a Gregorio e hubiese gustado ser.

La vida real de Gregorio refleja perfectamente la de una época (los años 50) en la que las aspiraciones de alguien como él, y las del país, se nutren de una monotonía asfixiante de la que solo se puede escapar por medio de la imaginación. Es gracias a Gil, otro ser que también sufre el aislamiento, la incomunicación y la frustración de todas sus aspiraciones, como Gregorio consigue poner en práctica, al menos hasta cierto punto, su apariencia de hombre decidido y arriesgado que lucha por un mundo mejor desde el incógnito de una oscura oficina en la capital. Y sin darse cuenta lo imaginado empieza a mezclarse con lo real (la influencia de El Quijote en la novela es clarísima).

En un momento clave en la novela, Grgorio pierde el control sobre lo que ocurre, cuando cree estar perseguido por la policía por haber matado a la empleada de la pensión en la que se aloja, cuando en realidad lo único que ha hecho es dejarla inconsciente.

Quien le da esta buena noticia es don Isaías (el gran ojo/hermano, que todo lo ve p. 26 y 385), un personaje que ha estado observándolo desde su llegada a la ciudad. Fue él quien, con intención de hacer un experimento, dio a su tío los tres libros en los que se basó su primera educación, y le ha seguido la pista desde entonces. "Del mismo modo que Faroni es producto del complot argumental de Gregorio, el mismo discurrir de Olías deriva del programa que, a través del tío Félix, le trazó a aquél don Isaías. Gregorio ha sido objeto de un experimento en el que don Isaías ha ejercido la labor de constructor de una existencia. Tras desengañarse de su proyecto de escribir una "Guía de la Felicidad y del Destino", abandona la observación de Gregorio hasta que algo le llama la atención, coincidiendo con el inicio de la relación con Gil".

Gregorio decide marcharse de la ciudad y regresar a donde había transcurrido su infancia. Después de doce días de un penoso viaje, acaba encontrando a Gil cuando ve sobre la puerta de una casa un cartel que anuncia el Círculo Cultural Faroni y entra asombrado. Tras ponerse al día de los últimos avatares de sus respectivas peripecias, mezclando de nuevo Gregorio realidad y ficción, el narrador los deja dispuestos a iniciar juntos una nueva vida en aquel lugar apartado, dedicándose a cultivar la memoria de Faroni.

Según Gregorio, en este mundo de apariencias la gran mayoría guarda otra identidad. “Porque la verdad nunca se da pura y necesita siempre de las apariencias, como el ciego del perro. Así que, descontadas las apariencias, yo soy Faroni”; también los gestos deben ser aparentes para apoyar nuestra "realidad" (p. 304).

En algún momento, anhela una única identidad ante el cansancio de verse atrapado en esa progresión interminable de mentiras a duras penas acreditadas. No hay autenticidad en su vida; el ser real que habitaba en él quedó anquilosado ante su potente inventiva.

CONCLUSIONES 

-El autor bebe de la tradición oral, personificada en su abuela, que le contó cuentos más o menos fantásticos en su niñez.

 -Se trata de un buen libro - de un planteamiento interesante y un espléndido manejo del lenguaje- que parte de seres insignificantes que no tienen más remedio que fabricarse un mundo paralelo para soportar el peso de la existencia. Lo malo es que un ritmo más bien lento, producto de un importante número de páginas recorriendo las tonalidades de un mismo asunto, hace la lectura un tanto monótona.

-Mezcla continua de ficción y realidad, puesto que de eso se trata el libro.
-En esta novela se percibe un realismo mágico sutil que crea una conexión entre la realidad y el ambiente onírico que puebla sus páginas.

-Alcanzar la fama por la poesía p.34 hace que nos recuerde a J. Manrique.
 
-Aparecen múltiple retazos autobiográficos de la vida de Luis Landero.

-Los protagonistas son dos fracasados ilusos. Gil, humilde, crédulo, leal. Gregorio-Faroni, mentiroso, soberbio, egoísta, desaprensivo; pero también un infeliz; le remuerde la conciencia; hace cosas por complacer a Gil…

-Pensamientos filosóficos.
 
-Ironía sobre los libros acerca de la búsqueda de la felicidad, como el que escribió Isaias.

 -Metaliteratura (un personaje inventado -Faroni- por otro personaje de ficción -el poeta Gregorio Olías- inventados, a su vez por un escritor real -Luis Landero). Igual ocurre en El Quijote.

Creo que, por ser la primera obra de Landero, no supo captar bien todos los ambientes que aparecen en la obra; así mientras la casa en donde vive con su mujer y su suegra y la pensión en donde vivirá unos días son capaces de reflejar el ambiente de la época, la atmosfera de El Café e incluso la Academia no logran transmitirnos la misma sensación.

Igual ocurre con algunos personajes: los principales están muy bien construidos, pero Antón (e incluso el maestro y Marilín) no están bien caracterizados para hacerlos creíbles.

Con todo es una gran novela de un gran escritor que fue mejorando y depurando su técnica en cada nuevo libro que publica.


Juegos de la edad tardía