miércoles, 26 de marzo de 2014

Comentarios sobre LA FIESTA DEL CHIVO, DE VARGAS LLOSA.

Portada de La Fiesta del Chivo


Publicada en el año 2000 y en Alfaguara en 2006
 
Vargas Llosa nació en Arequipa (Perú), en 1936. 
 

Autor de obras fundamentales como:

Los jefes, La ciudad y los perros, La casa verde,  Conversación en La Catedral... pertenecen al boom latinoamericano que se desarrolla en los años 60. 
 

Premios literarios:

Biblioteca Breve y Premio de la Crítica en España, el Leopoldo Alas por Los jefes, el Cervantes, el Formentor, el Rómulo Gallegos, el Príncipe de Asturias, el Planeta, etc.

                                   ---------------------------------------------------

Profesor universitario, articulista, ensayista político, Vargas Llosa es una de las personalidades intelectuales de más peso en el mundo. El escritor también  fue candidato a presidente de Perú en 1992.

La Fiesta del chivo es otra novela sobre dictadores (todos arbitrarios, crueles, corruptos y con grandes apetencias sexuales). En la literatura existen precedentes de este tipo de novelas, como Tirano Banderas, de Valle Inclán y en algunas propios del "BOOM" latino-americano como El señor presidente, de Miguel Ángel Asturias; El otoño del patriarca, de Gabriel Garcí­a Márquez) y Yo el Supremo, de Augusto Roa Bastos.

Todas estas obras responden a querer exponer una realidad conocida por todos, ya que existieron y existen aun hoy esas dictaduras:

Fujimori (Peru) y Pinochet (Chile), ambos acabaron  su era y se le recuerda los estragos que hicieron en sus países, pero aún están en dictadura Chavez((Venzuela) y Fidel Castro(Cuba). 

Las ideas que exponemos aquí están extraídas, en parte, del magnífico trabajo “Elementos simbólicos y míticos en La Fiesta del Chivo, de Mario Vargas Llosa", de Claudia Macías Rodríguez, de la Universidad Nacional de Seúl.

Empezamos comentando:

1.- La pintura de la portada del libro

Esta novela presenta en la cubierta un fragmento de la Alegoría del mal gobierno, de Ambrogio Lorenzetti, pintor italiano del s. XIV. Viene a ser una alegoría de la dictadura de Trujillo por la presencia del demonio, los ángeles y algunos hombres desolados que parecen emitir súplicas o lamentos.

En el título, “El Chivo”, es el apelativo con que se conocía también a Trujillo, que se refuerza por la imagen del macho cabrío que aparece a los pies del demonio que ostenta los símbolos del poder.

El título de esta novela se relaciona con  el cuento La fiesta del Monstruo, escrito por Borges y Bioy Casares. El cuento de Borges es una dura crítica del peronismo. Narra las crueldades cometidas bajo su régimen dictatorial. El Monstruo es Juan Domingo Perón, al igual que en La Fiesta del Chivo, el Chivo es Rafael Leónidas Trujillo" (Trazegnies, 2001).

“El Chivo” fue el nombre que el pueblo le concedió a Trujillo, a espaldas de éste, por los excesos sexuales de los que él mismo hacía alarde y por la fama de su potencia viril que orgullosamente exhibía.

La palabra “Fiesta” con mayúscula que aparece en el título hace alusión a los excesos de todo tipo, también sexuales del grupo de Gobierno.

En la novela aparecen diversas fiestas. Doña María, la esposa de Trujillo, vive sumergida en un mundo bohemio de fiesta y recitales poéticos. Sus hijos, según los describe su padre: "Bohemios, haraganes sin carácter ni ambición, buenos sólo para la parranda." (p.32). Está la fiesta de Ramfis y sus amigos que desemboca en la tragedia de Rosalía Perdomo. Además del "magno acontecimiento que celebra los veinticinco años de la Era de Trujillo: la Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre, que, desde el 20 de diciembre de 1955, duraría todo el año 1956, y costaría […] entre veinticinco y setenta millones de dólares, entre la cuarta parte y la mitad del presupuesto nacional" (p.131)

 
2.- Dedicatoria:

Mario Vargas Llosa dedica la novela "A Lourdes y José Israel Cuello, y a tantos amigos dominicanos"

Cuello habla también de la investigación que realizó Vargas Llosa en el Archivo General de la Nación, así como del proceso en el que se incluirían con su nombre real a ciertos personajes y a otros no, debido a lo comprometido de sus acciones. Por lo tanto la novela tiene una base real y otra ficticia, pero lo que cuenta no fue exagerado.


3.- Epígrafe con el fragmento de un merengue dominicano.

El epígrafe nos introduce en el tema de la obra: el asesinato de Trujillo, el Chivo. El dictador se jactaba de ser un gran bailador. Trujillo es quien impone el merengue en los grandes salones de fiesta y en toda la geografía nacional a partir de los años treinta. En la novela se encuentran muchas referencias a este tema. Los hombres de Johnny Abbes García ponían los "merengues trujillistas de moda" (p.299) a todo volumen para no dejar dormir a las religiosas del Colegio Santo Domingo, en donde estaba refugiado el obispo Tomás Reilly. En la radio La Voz Dominicana se oían "los merengues y danzones de la orquesta Generalísimo (p.403), y Urania, al relatar su encuentro con Trujillo en la Casa de Caoba dice:

"Bailaba muy bien. Tenía buen oído y se  movía como un joven. Era yo la que perdía el  paso. Bailamos dos boleros, y una guaracha de  Toña la Negra. También merengues. Dijo que el merengue se bailaba en los clubs y en las casas decentes gracias a él. Que, antes, había         prejuicios, que la gente bien decía que era música de negros e indios" (pp.503-504)


Comentarios sobre la novela:

Vargas Llosa ha confesado que La Fiesta del Chivo fue para él su novela más difícil de escribir.

La obra narra tres historias principales –todas incluyendo una tragedia a su vez- en veinticuatro capítulos. El primer capítulo está dedicado a Urania. A partir de éste, el relato se presenta en una estructura tripartita en la que se van alternando:


1ª Historia. El regreso de Urania

La vida de esta joven es una verdadera tragedia. Urania regresa a Santo Domingo, después de treinta y cinco años de autoexilio motivado por la experiencia terrible que sufre siendo adolescente. Regresa para visitar a su anciano padre, víctima de un derrame cerebral y antiguo hombre de confianza del tirano. Y participa en una cena con sus parientes que sobreviven que sirve de marco para la confesión de su tragedia. Agustín Cabral "cae en desgracia" –término utilizado en el gobierno trujillista para indicar la caída política- y le ofrece la virginidad de su hija Urania de catorce años de edad, cuando el Chivo contaba ya con setenta.

Urania, que encarna en el relato la visión a distancia de la Era de Trujillo, entremezcla su discurso con la larga lista de horrores, abusos y atropellos que sirvieron para mantener vigente el régimen al que su padre la ofrendó. En la historia real, encarna a las jovencitas que fueron entregadas al Jefe por sus padres con el fin de agradarlo y congraciarse con su confianza, y por extensión a todas las mujeres víctimas del acoso sexual del tirano. Además, es testigo patente de las huellas morales y psicológicas que dejó en los dominicanos la Era del terror. Al final de su historia regresa al Hotel para hacer maletas y volver a Nueva York, y ahí termina la novela.

Hay un gran salto cronológico, pero la estructura siempre es lineal. La historia de Urania se desarrolla en tres escenarios: el Hotel Jaragua, la casa de su padre y la casa de su tía y transcurre todo en un día.


2ª Historia: la muerte de Trujillo

La segunda historia narra un día, el último de la vida de Trujillo. En ella se dan a conocer sus vicios y obsesiones, sus angustias y desconsuelos. La historia nos muestra principalmente dos perspectivas de Trujillo: el hombre decrépito que sufre en su intimidad y el Jefe de fortaleza inquebrantable, dueño de vidas y conciencias en el medio político y social. El choque entre ambas visiones antagónicas produce el efecto trágico del dictador mostrado desde sus más profundas debilidades.

 
3ª Historia de la conjura para matar a Trujillo

Casi la mitad de la novela está dedicada al asesinato de Trujillo, las historias personales de los cuatro conjurados y la historia del país en transición hacia la democracia. En este apartado juegan un papel fundamental la Iglesia católica como institución y el gobierno de los Estados Unidos.

La conjura fracasa por error de Pupo Román. Su hermano Bibín que acompañó a los ajusticiadores que traían el cadáver de Trujillo en un baúl en el coche para mostrárselo, según había exigido, se embriaga por la desesperación y en ese estado lo encuentra Pupo Román.

Es interesante la última parte de la novela, cuando, después de muerto el tirano, la organización totalitaria mantiene su inercia asesina y trata de mantenerse.

Al final los héroes son muchos y primero son salvajemente perseguidos y llamados criminales y asesinos. Aunque después, se les reconoce como héroes y ajusticiadores. También sobreviven a la Era de Trujillo: Joaquín Balaguer –fallecido en el 2002–, Luis Amiama Tió –también fallecido recientemente– y Antonio Imbert Barreras que aún vive.

El autor reserva su carta de venganza para jugarla en el último capí­tulo de la obra. Urania Cabral pone en evidencia la hombría de Trujillo; ella era la joven delgadita que lo vio con el pantalón mojado, pero es que ella sufre una castración en vida debido a las secuelas sicológicas que le quedaron al ser  entregada por su padre al Dictador.

Algunos de los capítulos más significativos de la novela:

1.- La caída en desgracia de Agustín Cabral, padre de Urania. Agustín Cabral cae en desgracia y entrega a su hija Urania al Jefe, con la esperanza de recuperar su posición en el gobierno.

2.- Los funerales del dictador y el regreso de Ramfis Trujillo constituyen la transición del poder militar a manos del hijo del Jefe, nuevo ejecutor que tendrá como primera víctima de la conjura al general Román Fernández (Pupo)

3.- Las estrategias de Balaguer para instaurar un nuevo gobierno. A la muerte de Trujillo, el puesto de Balaguer como Presidente constitucional pasa a cobrar verdadero sentido. Desde su posición y en un despliegue de inteligencia y astucia instaura un nuevo gobierno con el apoyo de los Estados Unidos, para desplazar las fuerzas trujillistas y evitar la caída en el comunismo o la anarquía.

                                               -------------------------

El símbolo de la tela de araña

El entramado de los capítulos semeja una telaraña que da miedo por tender una red en la que todos pueden ser atrapados. Se cita palabras relacionadas con las arañas y sus redes con demasiada frecuencia, para no pensar que sea un símbolo intencionado. La primera cita se hace acerca de Trujillo: "Despertó, paralizado por una sensación de catástrofe. Inmóvil, pestañeaba en la oscuridad, prisionero en una telaraña, a punto de ser devorado por un bicho peludo lleno de ojos." (p.24).

También la telaraña simbolizará la red que se ha establecido para la conjura. Antonio de la Maza piensa: "él era el único que conocía como su palma de la mano toda esa telaraña de nombres y complicidades" (p.124 corazón de un laberinto de

La telaraña se refiere también al complicado mecanismo de corrupción que sostenía el gobierno de Trujillo: "Buena parte de la telaraña legal de la Era había sido tejida por la endiablada habilidad de ese gran rábula (= charlatán)" (p.150); se refiere a Henry Chirinos, uno de los personajes más desagradables de la novela, sudoroso y lleno de manchas y lamparones. Henry Chirinos aparece, veladamente, como culpable de la caída en desgracia de Cabral.


 Otras cuestiones: 

-Teatralidad del personaje que hace de la vida del país una siniestra farsa.

- La sociedad es muy vulnerable a este tipo de tiranos, y llega a ser conducida y manipulada por esta maquinaria totalitaria, donde el papel de la prensa controlada es muy importante.

- La dificultad de la obra puede residir en la gran cantidad de personajes con sus nombres y en las historias entrecruzadas que se narran; una en el día de la muerte de Trujillo, y otra 35 años después.

-El lector adivina que el escritor le juega sucio, porque suspende continuamente la acción de Urania. Es la misma treta de las telenovelas que suspenden en cada capítulo el desenlace de la aventura.

-Los monólogos de Urania ante su padre y los diálogos de Balaguer y Trujillo son antológicos, sobre todo, Balaguer lidiando con los familiares de Trujillo.

Vargas Llosa entrelaza elementos de ficción y los acontecimientos históricos: el libro no es un documental, y la familia Cabral es completamente ficticia, según declara el autor. Por otro lado, los personajes de Trujillo y de los asesinos de Trujillo son tomados de los registros históricos.

La obra fue muy bien considerada por la crítica literaria en todo el mundo, pero en Santo Domingo se levantaron muchas voces en contra de los hechos aquí novelados, como no podía ser de otra forma cuando aún existen personajes vivos y familiares de éstos.