domingo, 11 de marzo de 2018

EL DESAYUNO, DE LUIS ALBERTO DE CUENCA (MADRID, 1950) (CON UN GRACIOSO FINAL)

EL DESAYUNO


Me gustas cuando dices tonterías, 

cuando metes la pata, cuando mientes,
 
cuando te vas de compras con tu madre 

y llego tarde al cine por tu culpa. 

Me gustas más cuando es mi cumpleaños 

y me cubres de besos y de tartas, 

o cuando eres feliz y se te nota, 

o cuando eres genial con una frase 

que lo resume todo, o cuando ríes 

(tu risa es una ducha en el infierno), 

o cuando me perdonas un olvido. 

Pero aún me gustas más, tanto que casi 

no puedo resistir lo que me gustas, 

cuando, llena de vida, te despiertas 

y lo primero que haces es decirme: 

«Tengo un hambre feroz esta mañana. 

Voy a empezar contigo el desayuno».