jueves, 20 de febrero de 2014

LA NOCHE EN CASA, DE J.M. GUELBENZU


LA NOCHE EN CASA (1977),

 

DE JOSÉ MARÍA GUELBENZU

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José Mª Guelbenzu (Madrid, 1944) es crítico literario y escritor .

Realizó estudios de Administración y Derecho. Colaboró en la revista Signos haciendo críticas cinematográficas y en  Cuadernos Hispanoamericanos, en donde publicó sus primeros poemas. Trabajó en la revista Cuadernos para el Diálogo. Es colaborador habitual de las secciones de Opinión y Cultura del El País y crítico del suplemento cultural de ese mismo diario Babelia.

Sin embargo, es en la novela en donde se encuentra más identificado. En 1967 fue finalista del Premio Biblioteca Breve con su primera novela,  El Mercurio. A partir de 1988 se va a dedicar exclusivamente a la literatura.

En 2001 publicó su primera novela policiaca No acosen al asesino, con la juez Mariana de Marco como protagonista. Guelbenzu pretende escribir 10 libros con la juez (en 2011 estaba escribiendo ya la sexta novela de esta serie)[.]

Está casado con la editora de superventas Ana Rosa Semprún, en la actualidad directora general de Espasa Calpe.

Premios



 

COMENTARIO DE LA NOCHE EN CASA (1977)

 

Madrid: Alfaguara (2004)

 


Siguiendo la ideas que, en 1978, CARMEN MARTÍN GAITE publicó en un artículo sobre esta novela podemos comentar:

«Uno jamás puede librarse de sí mismo y, si se interroga, adquiere una pasión que quizá sea la más alta y solitaria de todas: la lucidez, que no es un estado, sino una desgracia digna, un mal menor apasionado; el cuerpo nos salve de su voracidad».
p. 161.


El que así habla es Chéspir, el protagonista masculino de la novela, tan lúcida como desencantada. Se trata de poner de relieve, a lo largo de una historia actual, las eternas contradicciones entre la mente y el cuerpo, «compañero de castigo, soporte de una mente a la que ya no tolera».

La base de la obra está en los conflictos de una generación de universitarios marcada por las consignas de desmitificar el amor y por el pudor de idealizarlo. Es una educación antisentimental, donde la ternura está prohibida, pero que llevan a añorar intensamente esos sentimientos de amor por el otro. “Toda esta gente, voluntariamente desarraigada, esclava de su libertad, adicta a unas relaciones desparejadas, informes y fugaces, padece, a la postre, en lo mas hondo de su ser, la nostalgia de esas raíces de las que abominó”. El mayor acierto de la novela es poner de manifiesto esta añoranza, esta incapacidad para gozar y sentir, esta carencia de norte, mediante el lenguaje.

Trama sencilla y tradicional. Dos antiguos compañeros de curso, un chico y una chica, que mantuvieron relaciones cuya importancia ninguno de los dos ha confesado nunca al otro, se reencuentran, por azar, en una ciudad que les es ajena y reanudan, en el lapso de una noche, la conversación y el amor que les unió, necesitados ambos de un interlocutor y de un refugio para sus respectivos problemas.

Pasan la noche en casa, en una casa prestada que nada les recuerda ni les dice; con un decorado impersonal, apenas descrito, en un encuentro fugaz, desesperado y ardiente, acentuando la persistente sensación de abandono, de búsqueda de identidad que ambos padecen y que lleva a cada uno a tratar de reflejarse en el otro. Saben que es una tentativa inútil por apresar algo de alguien, un espejismo, saben que luego, a las pocas horas, volverán a estar mortalmente solos, y eso torna más patética y encarnizada su voluntad de hacer durar las horas de la noche, de entregarse a la ilusión, de soñarle un futuro, unas raíces más perennes. Se buscan vorazmente, a través del cuerpo y de la palabra y arrojan a la hoguera resultante, como trastos viejos, con una especie de frenesí ceremonial, y casi vengativo, el cúmulo de tedios, rencores y soledades que han jalonado el tiempo de su separación.

Novela de intenso erotismo y desgarro que pretende analizar las raíces del desamor. Es una novela de amor, soledad, de trenes, viajes, encuentros.


Los diálogos rápidos y cómplices nos desvelan sus complejas personalidades, tan dispares pero tan compatibles. Paula tiene los pies en la tierra y la cabeza en las nubes; el pánico a las ataduras; la urgencia de volar a cualquier parte con la agenda y los horarios bajo el brazo. Chéspir es el caos, el hombre asediado por la culpa, cercado por el miedo, herido por la pena pero amargamente cínico, pues se muestra inmutable cuando está sufriendo una tortura psicológica que nunca reconocerá ante otros.

Si seguimos aproximadamente el orden de los capítulos, nos encontramos que la obra, ambientada en los últimos años del franquismo, comienza con Chéspir (es un alias político), el protagonista de la novela, que llega al aeropuerto de San Sebastián para realizar una misión clandestina: debe entregar algo y recibir algo, pero ocurre un atraco a un banco y la policía está por toda la ciudad.


 Chéspir se nos presenta como un hombre abandonado por su mujer, Pilar. Un hombre que aspira a tener una compañera duradera, aunque reconoce que, por su forma de ser, eso nunca va a ser posible. Se presenta en apariencia como un hombre indiferente, pero está desesperanzado.


Para hacer tiempo se mete en un tren que acaba de llegar y da un paseo por dentro, al bajar, se encuentra con una antigua compañera y amante esporádica, Paula, que cree que viajaron juntos sin saberlo, en el mismo tren. La alegría de Chéspir es mayúscula, no sólo porque le sirve de compañía sino también por el gran cariño que le tiene. Se conocieron en la facultad cuando ella hacía 1º, hubo algo entre ellos;  se ven de vez en cuando, aunque ahora hace 10 meses que no la ve.  Cuando Paula le cuenta que se va a encontrar con un chico en Suecia, él le pregunta por qué pone esa distancia entre ellos después de pasar 10 meses sin verse ni llamarse (no lo hicieron por miedo a decirse cosas que no quieren oír y porque saben que si lo hicieran mostrarían su vulnerabilidad y hay que demostrar indiferencia). Paula también es una mujer desubicada, no sabe qué hacer con su vida y anda siempre tanteando nuevas relaciones.


Mientras Chéspir sabe lo que quiere, Paula no; ella  piensa que siempre puede empezar de cero cada vez que comete errores, porque dice que así  va acumulando experiencias (p.55), además pretende ser siempre una persona viva, libre y entera.


Sobre el rol de Paula y el de Chéspir, en realidad sobre el rol de  mujeres y hombres, en general, releer p.52


Pilar García de Chéspir,  ayuda a Chéspir en los arreglos de su nuevo chalet, cuando ella le pide la separación -para aliviar su conciencia por hacerlo marchar de casa. Tuvieron un hijo; su mujer acabó abandonando a ambos por sentirse atada por el hijo y frustrada con Chéspir, al que lo unía una loca aventura por su parte, pero no amor. Chéspir cuenta el amargo desgarro que sufrió por este abandono.


Aparecen capítulos que constituyen una especie de agenda donde Chéspir apunta ideas sobre si mismo, su hijo, Pilar, Paula.


Paula y Chéspir van a pasar la noche en una casa. Conversan; Chespir se queja de su pasado controlado por adultos (Moral de frustración). Soledad de Chéspir.


Se acuestan juntos y mantienen un encuentro lleno de erotismo y ternura con una gran culminación sexual. Conversan. Paula tacha a Chéspir de moralista.


Él vuelve a sus pensamientos llenos de preguntas sin respuesta ¿qué representó él para Pilar? pues en realidad es la mujer a la que quiso (p.139). Para él, cualquier noche con Pilar era la vida (p.161), aunque ella ponía una separación después de una aproximación, quizá para sentirse libre porque notaba a su marido  muy anclado en sus principios, su escepticismo e ideales (p. 147).


A sus amigos Chéspir les parece una persona gozadora, divertida, extrovertido, brillante,  (p. 151), pero ahora lo encuentran encogido, apagado, siempre fue muy encerrado en sí mismo y Carmen, su antigua novia, cree que el problema que tiene es que es poco sensual. El mito de la sensualidad masculina, referido a que no se entrega de todo,  que siente, pero no actúa en consecuencia (p. 155) es el principal caballo de batalla de las mujeres, aún en la actualidad.


Esa madrugada Chéspir tiene necesidad de Paula, porque está asustado por su encargo político y por su soledad futura (p. 156), sin embargo,  se engaña a sí mismo con cinismo.


Relato onírico que parece un sueño de Paula (p. 166) sobre un rifle y el cherif. Esto significa la preocupación que tiene por la actitud constante de Chéspir.


Mañana de despedida. Chéspir está de mal humor y deja a Paula en la estación sin un gesto de cariño, para no delatar su tristeza ni su desesperación.


Novela ambientada en San Sebastián: La Concha, los montes Urgull, e Igueldo, el barrio de Amara… Lejos de Madrid y en una casa desconocida e inhóspita para acentuar aún más la sensación de extrañamiento.


Muy bien descrita la congoja y el desgarramiento que siente un hombre que es abandonado por su mujer y vuelve a ser abandonado por una amante. El orgullo del protagonista le impide sincerarse con la amante  y finalmente queda sólo. La angustia por la soledad que se imagina es de lo más humano.

No es un libro de fácil lectura, pues el estilo encabalga los diálogos y filosofa sobre diferentes cuestiones. La anécdota del trabajo que debe hacer Chéspir en el País Vasco, es una disculpa del autor para desarrollar esta trama cuyo argumento, caído en otras manos, no habría pasado de folletín.

 

lunes, 3 de febrero de 2014

El crimen del padre Amaro. Comentario por capítulos.

EL CRIMEN DEL PADRE AMARO
Una novela de Eça de Queiroz, que ya leímos hace unos años -antes de que se me ocurriera abrir este blog.
Me pidieron que metiera los comentarios de libros leídos hace años y aquí está este.

ARGUMENTO DE CADA CAPÍTULO

1.- Después de la muerte del viejo párroco, se anuncia que llegará a Leiría, por recomendación del Conde de Ribamar, un joven y guapo sacerdote que se va a instalar –por mediación del canónigo Días, que había sido su profesor en el seminario- en una casa de huéspedes regentada por la viuda apodada la Sanjuanera –con la que Días se entendía muy bien- y con su joven hija Amelia.

2.- El Padre Amaro llega a finales de Agosto y observa que el pueblo es triste. Al final de la cena aparece la joven Amelia, alta, fuerte y hermosa. El P. Amaro se da cuenta que duerme en la habitación de arriba y la oye desnudarse.

3.- FLASH-BACK: Amaro es huérfano y lo recogieron unos marqueses para los que trabajaba su madre. La marquesa fue la que decidió que Amaro (amargo) entrara a los 15 años en el seminario; pero a él empezaban a gustarle las mujeres. Ya ordenado se fue de párroco a un pueblo aburrido y se entretenía con una pastora.

4.- Llega a Leiría, se hospeda en casa de Amelia, su madre y una mujer enferma tullida (tía de la joven). En la sala de esa casa se reúnen todas las noches señoras beatas con curas holgazanes y de poca catadura moral; juegan a la lotería, meriendan y el padre Amaro empieza a cortejar a la más joven: Amelia.

5.- Flah-back de Amelia cuando era pequeña; no conoció a su padre, siempre rodeada de curas, alguno de ellos la sentaba en sus rodillas. Aprendió música y a coquetear para conseguir sus propósitos. Muere el chantre que amparaba a la Sanjuanera, pero se repone pronto en los baños. Relaciones amorosas de Amelia con Agostiño, que después la deja. El canónigo Días y su hermana empiezan a ir a casa de la sanjuanera y él toma el lugar del protector. A los 23 años conoce a Joao Eduardo, pero no sentía inclinación por él, lo va a utiliazar. Después Amaro entró en su vida.

6.- La madre amancebada con el canónigo; la hija coqueteando con el párroco y el pobre del pretendiente Joao Eduardo pasándolo mal en las tertulias porque se da cuenta de que Amelia se inclina por el párroco. Este piensa que tanto la madre como la hija son unas barraganas, pero maldice no estar soltero para estar con la joven libremente.

7.- Comida entre curas. Poca sensibilidad de algunos con los pobres(ver pág.111). corrupción política con los votos. Amelia se da cuenta de que está enamorada del párroco y le parece que este le corresponde.

8.- Amaro tiene escrúpulos y se cambia de casa, pero le pesa al verse solo. Tiene arrebatos de superioridad por ser cura y dominar espiritualmente a Amelia; esta piensa que no quiere ser querida de un cura. Pero Amaro vuelve de visita…

9.- Amelia y Amaro se entienden muy bien y Joao Eduardo se da cuenta, quiere hablar con Amelia, pero esta lo engaña porque le parece un bobalicón.

10.- Amaro se declara a Amelia por medio de un “billetito” o carta. Joao lo ve y al día siguiente, bajo la presión de los celos, saca un Comunicado en el periódico donde trabaja de escribiente en donde habla de la corrupción y lascivia de ciertos sacerdotes de la ciudad. Madre e hija quedan en entredicho. Joao habla con la madre para hacerse novio de Amelia, la madre accede. Amelia se lo comenta al párroco que se muere de celos y de maldad (pág.194).

11.- Se descubre que fue Joao Eduardo el que escribió el Comunicado. Se inicia una campaña eclesiástica para arruinar y echar de Leiria a Joao Eduardo y dejar el campo libre al P. Amaro. La hermana de la Sanjuanere se pone malísima.

12.- Amelia, siguiendo los consejos de Amaro y de las beatas deshace el matrimonio que tenía concertado con Joao Eduardo.

13.- Amelia manda una carta a Joao rompiendo toda relación. Este quiere vengarse de los curas, porque cree que no es rechazado como marido sino como una insidia de los curas a sus ideas anticlericales y lo calumnian como un pervertido. Es una víctima de las persecuciones religosas.

14.- De España, ni buen vino ni buen casamiento. Las mujeres son más listas. Hay que mandar la tristeza al diablo. Joao se encuentra al padre Amaro con otro cura y se abalanza sobre el 1º dándole un fuerte puñetazo en el hombro: es por esto calificado de fieras, borracho y, posteriormente excomulgado. Amaro y Amelia siguen con sus amoríos.

15.- A Amaro le enferma la criada, con lo que se acomoda nuevamente en casa de la Sanjuanera. Con la criada Dionisia van a casa del párroco y allí se acuesta con Amelia en un acto rápido.

16.- Amaro ya perdió los escrúpulos religiosos de la vez que se acostó con la vaquera, que no podía dar misa. Ahora era todo alegría. La criada Dionisia, ya curtida en estas lides, le dice al cura que sea prudente y se vea con su querida en la casa del campanero; convencen al padre y a todos de que Amelia va a evangelizar a Totó, hija del campanero, que está tullida en cama y es demente.

17.- La época más feliz de Amaro. Se veía con Amelia en casa del campanero y por las noches en su casa, en las veladas que organizaban las beatas.

18.- Totó parece que se encandila con Amaro y le sienta mal que suban a hacer el amor “como perros”. Se ponía loca con sus gritos y esto hacía quue Amelia estuviese incómoda. Dijeron que estaba endemoniada. Va el canónigo y Amelia a ver a Totó, que pregunta por el otro (Amaro). El canónigo pregunata a Totó a solas y se da cuenta de lo que pasa. Enfadado reprende a Amaro que ruinmente le responde que el canónigo se acuesta con la Sanjuanera; ambos se ríen y prometen guardarse el secreto. Mientras Amelia tenía ciertos escrúpulos por lo que estaban haciendo, Amaro se regodeaba de lo bien que vivía.

19.- Amelia aparece en estado y deciden buscar al escribiente Joao para casarla con él. Le levantan la excomunión para que la joven no tenga escrúpulos religiosos; ella empieza a tranquilizarse porque si se casa nadie sospechará nada, pero Amaro tiene celos de que la vaya a disfrutar Joao por lo que Amelia le jura que seguirá estando con él de casada. Pero Joao no aparece.

20.- Amelia empieza a odiar a Amaro por su indecisión, aunque lo sigue deseando. Amaro también se hartaba de tantos lamentos. La hermana del canónigo se pone enferma y como éste quiere ir a darse los baños a Vieira, amañan que la Sanjuanera vaya con él y Amelia con la hermana enferma a una aldea, para cuidarla y, de paso, que nadie vea su embarazo y su parto. Después darán al niño a criar a una mujer. Totó, a punto de morir, quiere ver a Amaro, pero éste no va.

21.- Amaro queda solo en la ciudad. Se convirtió en un mal cura y deambulaba aburrido. Mientras Amelia tenía que soportar las impertinencias de Dña. Josefa que no le perdonó su pecado; se hizo miedosa, tenía pesadillas, se acordaba de su madre y del grupo de los baños… Aparece el abad Ferrao, buen cura algo parlanchín, que confiesa a Amelia y enseguida la ayuda en su sufrimiento.

22.- Aparece Joao. Amaro va a visitar a Amelia, pero ella no quiere seguir con él. Amaro la castiga con su indiferencia, pero Joao, que se siente “un mártir del amor” empieza a rondar la casa de Amelia; Joao mejoró de posición; trabaja para el mayorazgo y sale a caballo con protección y los dos hijos pequeños de su señor. Cuando Amelia se entera que Amaro se fue a los baños hasta diciembre, cuando pasase el parto, se disgusta mucho y vuelve a pensar en el cura, de manera que, cuando viene un día sin avisar se vuelve a echar en sus brazos.

23.- Amaro especula lo que se va a hacer con el recién nacido: darlo a criar lejos de sus padres, aunque él tiene la esperanza de que el niño nazca muerto y razona sobre esa ventaja. Amelia llora continuamente porque quiere al hijo, lo que aburre a Amaro; Amelia vuelve a pensar en Joao por su propio interés, no porque lo quiera. Amaro llega a desear que mueran madre e hijo para poder seguir como buen cura. Tema del celibato sacerdotal (pág. 475). Amelia muere.

24.- Amaro va a buscar al niño, que había dejado para que lo mataran, pero al llegar también está muerto. Huye a Lisboa y ni siquiera va al entierro. Solo se despide del padre de Totó, el campanero, único personaje por el que siente caridad y que le devuelve un pendiente de Amelia que había dejado en la habitación. Entierro de Amelia, Joao va detrás. Se descubre que la joven no murió de un aneurisma sino de parto.

25.- Mayo de 1871 en Lisboa: igual que en París el pueblo está soliviantado contra el gobierno y el clero, aquí también hay revueltas e incendios en la zona del Chiado. Se encuentran el canónigo Días con Amaro, que le pregunta por las novedades de Leiría: todo una relajación de costumbres. Risas y despreocupación entre ellos. Amaro quiere vivir tranquilo y decidió no confesar más que a casadas.

Son personas que no quieren ver la realidad tal como es sino como les conviene a ellos.