domingo, 27 de enero de 2013


CINCO HORAS CON MARIO 17/10/2012

 

Publicada en el 1966-67.

 

 
Novela de fuerte carga ideológica y de experimentación de nuevas técnicas narrativas. Un punto de vista: el de Carmen, que al ser una mujer conservadora salta la censura franquista mejor que si hablara Mario. Habla coloquial de la mujer, cargada de refranes y frases tópicas para afianzarse en su razón.

Dualidad de dos personas irreconciliables:Carmen y Mario;  falta de diálogo, de forma de pensar y sentir.

se quiso ver en el tema la España cerrada preconciliar contra la España abierta a nuevas ideas.

Tema central: la incomunicación entre los dos miembros de la pareja: las dos Españas

 El título: ¿5 horas con Carmen?

 Dedicatoria: a su amigo y compañero en el periódico El Norte de Castilla, cuando Delibes era su Director. Jímenez Lozano era también periodista y escritor.

la novela comienza con una esquela en la que  nos informa de quién muere y quienes son los integrantes de la familia de Mario.

Prólogo: La novela empieza cuando se van del velatorio todas las visitas y Carmen queda en su casa con Valen que le dice que se acueste, pero Menchu quiere quedarse sola con el cadáver de su marido para pasar la última noche con él. Se le viene a la cabeza todo lo que vivió ese día, desde que encuentra muerto a su marido por la mañana al querer despertarlo, hasta los comentarios tan repetitivos de los familiares y conocidos que llegan a la casa a darle el pésame.

 Monólogo interior: Carmen se sienta en el despacho de Mario, en donde colocaron el ataúd, coge una biblia y lee los párrafos que su marido tenía subrayados, pero a los dos o tres renglones, sus pensamientos van a reprocharle a su marido la mala vida que le dio: la noche de bodas; su familia y posición social; sus amigos intelectuales, pero también bedeles y gente humilde; su falta de cariño, consideración, desprecios por no ser culta, por pretender tener un 600, una cubertería de plata…

 Menchu: es una mujer frustrada y postergada por su marido. Religiosa, moral, inculta, más vitalista qu él, clasista (Ilustrísimo-bedel), dolida por no casarse de blanco, el pobre concepto que tiene de ella misma, la sensación de no pintar nada en la vida de su marido, "le mete a Encarna en casa", cuando ella desconfía de infidelidad, por la noche de bodas, escrúpulos religiosos, luto; queda con una pensión muy baja y sin un buen piso.

Semi-infidelidad (p. 278)
Mario: C. M. Gaite puso peros a las excelencias del esposo. Por querer ser bueno fue malo para su familia: está lleno de contradicciones,  manías, testarudo, iluso, poco comunicativo, miraba a otras, apático sexual, gana poco, pocas necesidades, va en bici, despegado, a veces se descontrolaba: bebía de más, daba grandes propinas a los pobres, seco,  la gracia del lechazo, botellas, tartas, depresivo, llora, se siente solo, tiene follones por su dignidad, , gustos proletarios; también él no tiene ganas de nada, siempre está serio, “con cara de ciprés”, detenido por desacato a la autoridad. Pretende cargar con el dolor de los débiles y locos. Concejal de Cultura. No sabía gracias de salón. Revientafiestas. Tenía miedo a suicidarse, p.250, 253. retrato271.
p.24 es un ahogado (muere por asfixia social).

Opiniones sobre Mario p.295 no tan digno;  el recuento, permite que su suegro le redacte la Memoria para presentarse a cátedras.

 Encarna. Cuñada de Mario ¿su querida? P.28, p.80, p. 116, p.166 aferrarse a la juventud

 Transi: era algo lesbiana? P. 67.

Padres Menchu: Pecar por largueza, a 1 muchacha bien le sobra con saber pisar, mirar y sonreír. Hermana julia.

La familia de Mario: pobres, roñosos, padre prestamista, hermano rojo.

 Paco, el del Tiburón: es la contrafigura de Mario. Simpático, rico, con coche…

 Mario hijo: un rojo, p.288, pero abre la puerta a la esperanza. No hay buenos ni malos.

 Tiempo: reducido en unas cuantas horas. Extenso 23 años de matrimonio y la época de soltera de Menchu.

Espacio: reducido a la casa y el despacho donde Menchu lo vela.

Obra teatral hecha a partir de la novela. Protagonizada por Lola Herrera.

jueves, 17 de enero de 2013

Revuelto de langostinos/jamón/ espárragos... muy fácil

REVUELTOS (por ej. DE LANGOSTINOS SUPERFÁCIL)
REVUELTO DE LANGOSTINOS




INGREDIENTES:

-50 gramos de langostinos crudos y pelados por persona (las cabezas y cáscaras se pueden reservar para hacer un consomé)
-2 huevos por persona.
-1/2 diente de ajo por persona
-Un chorrito de aceite
-Un poco de sal.


ELABORACIÓN:

Se fríe en el aceite el ajo picadito junto con los langostinos pelados; se les dan unas vueltas a fuego lento. Se baten los huevos, se añade la sal al gusto y se incorpora a la sarten. Se revuelve todo a fuego lento hasta que tome una consistencia jugosa y
¡a comeeeeeeeeeeeerrrrrr!

Si no tenemos langostinos, el revuelto puede hacerse con jamón serrano, york, queso, setas, espárragos, espinacas, atún, tomate... o cualquier alimento que tengáis por casa.

La geometría del amor. Resumen por capítulos

 
 
 
 
Resumen de los 18 cuentos:
 
Puse marcados en negrita los que me gustaron más, aunque es un criterio personal.
 
1.-Adiós hermano mío.
La madre mayor y cuatro hermanos casados se reunen para pasar unos días en una casa de verano. Uno de ellos es un impertionente y amarga la vida de los demás. El protagonista lo hiere y hace que se vaya con su familia. Sólo su madre se levanta para despedirlo.
2.- El enorme receptor de radio
Considerado como su mejor relato ciudadano. Ocurre en un bloque de apartamentos en donde una esposa compra una radio que misteriosamente deja oír las conversaciones de los vecinos, por lo que nos enteramos de los problemas, enfermedades y discusiones que hay en todas las casas. Incluso el marido le echa en cara a la mujer ser una malgastadora del dinero que a él tanto le cuesta conseguir. Leer p. 70.
3.- La cura
Problemas de un matrimonio que se intentó separar varias veces y al final los problemas de la soledad, la ritina de seguir con lo que tenemos y el no habituarnos a otro tipo de vida hace que se vuelvan a encontrar y que pasen otra temporada felices… (hasta que los problemas vuelvan a surgir).
4.- La geometría del amor
Escrito durante una fuerte crisis alcohólica; el relato está pensado como un mensaje a su mujer Mary. Es un relato fantástico. Intenta aplicar la lógica de la geometría para resolver temas amorosos. La mujer finge tener un amante y se va a la ciudad dos veces por semana; en realidad no quiere al marido, un hombre alegre, y cuando este enferma ella sigue haciendo su vida. Ella acelera su muerte psicológicamente.
5.- El ladrón de Shady Hill
Uno de sus cuentos más famosos. El protagonista pierde su trabajo, llega hasta entrar en las casas a robarles a sus amigos, pero la culpabilidad lo mata. Sorpresivamente vuelve al mismo trabajo y todo se reorganiza.
6.- Una norteamericana culta
Uno de sus mejores cuentos y uno de los más crueles.
John y Mary no se divorcian. Mary es más culta que su marido; pelean, les muere un hijo y ella culpa al marido. Sé se separan.
7.- Las joyas de los Cabot
Cheever en este tiempo quería dejar de beber. Desde el punto de vista técnico intentó hacer un relato igual a como se vive, se habla, se ama…
Un robo ocurrido en una casa hace que el protagonista piense en una mujer, en su madre y en los Cabot, una familia atípica.

8.- El brigadier y la viuda del golf.
Cuento apocalíptico.
Las mujeres de una comunidad recogen dinero por las casas para ayudar a diferentes causas; el protagonista se presta a ir a casa de una de ellas con la q inicia una relación y acaba consiguiendo la llave de su refugio antiaéreo. La muchacha de ambas avisa a la primera que su marido le dio la llave a la amante. La mujer se lo echa en cara, él va a la casa de la amante y se encuentra a otro hombre, desnudo. El matrimonio se separa y todos los componentes de la familia sufren el paro y la miseria.
10.- Las casas a orillas del mar.
El peligro de las vacaciones en la vida familiar. Al regreso se deja con su esposa por una tontería.
11.- El océano.
Cuento algo barroco. Falta de humanidad en el mundo de los negocios para deshacerse de un trabajador que ya no les sirve. Suegra, mujer (él piensa que lo quiere envenenar) e hija (q vive con un flauta) que no le comprenden; él está exhausto y loco..
12.- El nadador
Es su cuento más conocido y el que aparece en todas las antologías. Un hombre acomodado que todos los años se propone recorrer el contorno de su barrio nadando de piscina en piscina (30) y a medida que nada el frío y el silencio muestran en una tarde “el descontento de su personaje/autor”. Fuerte crítica al modo de vida americano. Concentra en esta anécdota toda su vida. Iba a ser una fábula sobre el tema de Narciso.
13.- El mundo de las manzanas
Es el último cuento del libro de este título. Lo último que Cheever tenía que decir. Tema: Lucha del poeta por componer: entre la carne y el espíritu, memoria-olvido. La literatura ha sido la salvación de los condenados. Leer. p.283
Un poeta viudo y muchas veces premiado, pero nunca con el Nobel, vive en un pueblo de Roma, recuerda a su mujer muerta desde hace 10 años, se acuesta de vez en cuando con su criada y tiene una crisis de obscenidad que cura yendo a un Santuario, y rememorando a su padre bañándose (purificándose) en un río.

14.- La cuarta alarma
Explica el caso de un matrimonio formado por una esposa rígida con sus alumnos e hijos que decide hacer una obra de teatro en la que actúan todos desnudos. Su marido no la comprende y se siente solo ante todo ese grupo. Insularidad de la pareja; el marido abandona y se va liberado.
15.- Miscelánea de personajes que no figurarán
Es un extraño cuento en donde va desgranando el tipo de personajes que se niega hacer aparecer como protagonistas en sus relatos: la chica guapa y su futuro, las películas de Marlon Brando, los relatos sobre bebedores (que sí los escribió)…. Es un experimento formal atípico. Autobiográfico y con las características y reflexiones propias de sus temas.
16.- La muerte de Justina
Uno de los mejores relatos de Cheever, que solía leer en público. De forma desesperante nos narra la irracionalidad de las normas y leyes de una zona. No se puede enterrar a la tía Justina porque en el distrito donde murió no existe cementerio y se necesitan unos papeles oficiales, que se demoran, para enterrarla en otro distrito. Imposible intentar dejar de beber y fumar con estos problemas. Crítico y corrosivo.
17.- El marido rural
Cuento misterioso, premio O´Henry 1955 al mejor cuento escrito en 1954. Un hombre sufre un accidente de avión y no encuentra forma de comentarlo con nadie. Sus hijitos se pelean, la mujer trabaja demasiado. Está atrapado por su entorno. Suceden muchas cosas, accidente aéreo, vecinos, perro con sombrero en la boca, estrella, gato con vestido, tren, hombre, mujer…., después se enamora de la canguro de sus hijos y al final se impone “cierta coherencia” de la vida que tiene que seguir.
18.- Una visión del mundo
A John Cheever le diagnosticaron epilepsia y antes de darle un ataque solía sufrir alucinaciones.
El cuento presenta una trama formada por sueños repetitivos que suele tener con las voces Amor, Virtud, Bondad… gritadas por un personaje. Durante el día vuelve a parecer su vida rutinaria girando en torno al Club Campestre, igual que las ciudades medievales se agrupaban en torno a la Iglesia.

La geometría del amor. Comentario

 
 
 
 
La geometría del amor,
 de John Cheever (1912-1982)

John Cheever es, probablemente, el más grande de los maestros del cuento estadounidense de la segunda mitad del siglo XX.
Escribe pensando que la literatura es el medio de soportar la vida.
Estructura invertebrada de sus novelas.
El primer realista mágico de las letras norteamericanas.
Escritor norteamericano, nacido en Quincy, Massachussets. Sus costumbres y forma de entender la vida y la literatura hicieron que tuviese fervorosos seguidores y terribles detractores.
El conjunto de relatos que constituyen La geometría del amorestá formado por 18 textos cortos, escritos entre 1947-1972 (entre sus 35 y 50 años) y publicados, en su mayoría, por el periódico The New Yorker.
En ellos se trasluce lo que se vino en llamar el "territorio Cheever". Un territorio que se extiende en sus relatos por los barrios residenciales de clase media en torno a Nueva York. Casas con jardín y barbacoa, piscina y cóctel. Urbanizaciones construidas alrededor del Club Social, que es el que aglutina a esta gente “bien”. Cheever deja al descubierto a personajes siempre en fuga, las miserias de la prosperidad de los que consiguieron un status social alto.
Barrios residenciales en donde el consumo y la apariencia son criticados implacablemente por el autor, que plasma tanto su fracaso colectivo como su redención individual. Ni más ni menos que lo que ocurre en cualquier país, por lo que los relatos son extrapolables a cualquier sociedad de consumo.
Relatos como "El marido rural" o "El nadador" están protagonizados por individuos atrapados por su entorno que se ponen en movimiento para iniciar una fuga que les otorga una transformación revelada como cierta forma de santidad.
Redención que adquiere ciertos destellos mitológicos en relatos como "Adiós, hermano mío" y "El ángel del puente", en los que se hace presente el "subtexto religioso".

Cheever es un escritor autoexigente.
SusDiarios revelan una personalidad autodestructiva y la insatisfacción que le produce el resultado de su propio trabajo. Su ambición técnica le conduce por un lado a la minuciosidad correctora, a ella se refiere respecto a "Las joyas de los Abbot", y por otro a la autoparodia estilística desarrollada en relatos como "Miscelánea de personajes que no figurarán". Asume el trabajo artístico con vocación redentora: "La novelística es arte y el arte es el triunfo sobre el caos.
Temas.
-La levedad de la vida social
-La libertad personal enjaulada en una moral de plástico
Pero también enjuicia su propia vida al acompañarse de un minucioso diario en el que registra durante toda su vida las experiencias personales, las contradicciones y autoflagelaciones que motivarán posteriormente la problemática existencial de sus personajes.
Su obra es un reflejo de su vida y de sus pensamientos. Vida y literatura, como siempre, se dan la mano.
Cheever enjuga sus problemas con el alcohol y busca la redención en la literatura
La felicidad no existe, por lo tanto no hay que pensar en ella ni pretender alcanzarla.
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Al pequeño John le gustaba contar historias. Su maestra solía prometer a sus compañeros de clase que, si se portaban bien, al final de la jornada John les contaría un cuento. Y todos se portaban bien. Todos menos uno; a los diecisiete años John Cheever fue expulsado de la escuela por poco aplicado, impuntual y fumador. Su expulsión marcó el inicio de su carrera como escritor, pero también dejó una profunda huella en su vida, ya de por sí bastante descontrolada.
Con el tiempo, John Cheever llegó a encarnar a la perfección el mito del escritor atormentado: sensible, depresivo y alcohólico, su descarnada visión de su entorno le proporcionó tanto éxito profesional como sufrimiento personal.
El territorio Cheever está muy acotado: sus historias tienen como escenario Nueva Inglaterra, Manhattan o los suburbsdurante los años cincuenta y, como protagonistas, la clase acomodada a la que perteneció (esa clase media norteamericana que tan poco tiene que ver con la nuestra). Sin embargo todo aquello de lo que habla Cheever nos resulta completamente familiar: matrimonios condenados al fracaso, reuniones familiares convertidas en ajustes de cuentas y, en definitiva, gente decente y trabajadora, buenos vecinos y ciudadanos ejemplares retratados como realmente son: egoístas, solitarios, envidiosos, mezquinos. Es “el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos”, como decía Italo Calvino.
La geometría del amor reúne una colección de cuentos sobre gente común que vive vidas comunes; las vidas empobrecidas de las prósperas familias norteamericanas de clase media que, bajo el microscopio de Cheever, aparecen despojadas de apariencias, con sus defectos, sus virtudes, sus miedos y sus obsesiones. Pese a todo, incluso en las situaciones más sórdidas, se las apañan para conservar una cierta pureza, un aura de inocencia. Tal es su humanidad, que el lector no puede juzgar con dureza a esos personajes que tan pronto son capaces de los peor como de lo mejor porque, en definitiva, todos somos personajes de Cheever.
Muchos de los protagonistas de estos cuentos están permanentemente al borde del abismo; han hecho todo lo que se supone que es correcto hacer en la vida y, sin embargo, están a punto de dar el paso que arruine irremisiblemente sus vidas. Ninguno da muestras de ser dueño de sus actos, ninguno parece poder evitar una destrucción moral que posiblemente no merece, o que merece tanto como cualquier otro.
Inevitablemente, en el último instante, cuando ya todo parece perdido, un suceso casual (la lluvia, una llamada de teléfono) logra arrancar del protagonista un último rastro de decencia o de cordura.
Cheever conocía bien esa sensación de la vida escapándose entre los dedos como la arena, ese lento e imparable declive. En sus diarios escribió: “Cuando la autodestrucción entra en el corazón es como un grano de arena. Es como una jaqueca, una indigestión leve, un dedo infectado El viejo amigo con quien vas a comer de repente agota tu paciencia. Para recuperar cierto propósito y belleza bebes demasiado en las fiestas y te propasas con la mujer de otro, acabas por hacer algo tonto y obsceno y a la mañana siguiente desearías estar muerto. Pero cuando tratas de repasar el camino que te ha conducido a este abismo sólo encuentras un grano de arena”.Esta angustiosa sensación de haber dado un giro equivocado en algún lugar del camino y no saber cómo regresar está latente, de un modo sutil pero ineludible, magistralmente captada, en estos relatos. Pero lo que realmente los hace únicos es que, a pesar de esa melancolía, los cuentos de Cheever desprenden una infinita pasión por la vida.
Cheever, que solía tardar, con alguna excepción como El nadador, dos o tres días para redactar un cuento, abordaba su estructura como un juego de geometría euclidiana, en el que, no pocas veces, personajes desconocidos entre sí entrecruzan sus vidas y establecen un vínculo que cambia sus destinos. En el curso de ese acontecer vital, el paisaje humano se funde con la naturaleza, omnipresente en la obra cheeveriana, deviniendo metáfora del existir.

miércoles, 9 de enero de 2013

Pintores de Galicia, lo mejor para saber de arte

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Si tecleáis en Google "Pintores de Galicia" podréis ver la página creada por Pedro Taboada, en donde aparecen biografías, bibliografía, obra y contactos de los mejores artistas gallegos. 

domingo, 6 de enero de 2013

Elegía a Ramón Sijé de su amigo Miguel Hernández

ELEGÍA



(En Orihuela, su pueblo y el mío, se
me ha muerto como del rayo Ramón Sijé, a quien tanto quería).

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma, tan temprano.


Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumento.
a las desalentadas amapolas

daré tu corazón por alimento. Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler me duele hasta el aliento.


Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.

No hay extensión más grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo...

No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.


En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes
sedienta de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero minar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera

de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.

sábado, 5 de enero de 2013

CALAMARES EN SALSA RIQUÍSIMOS.

CALAMARES EN SALSA


Ingredientes:
1 Kilo de calamares
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 vasito de vino blanco

2 cucharadas de tomate frito
1 cucharada sopera de maicena


Preparación:

Se pican y fríen la cebolla y los dientes de ajo en un poco de aceite.
Se echan después los calamares troceados en la sartén.
Se sofríe todo durante tres minutos y se echan las dos cucharadas de tomate frito y el vaso de vino blanco; se dejan unos minutos más.
Después añadimos medio vaso de agua y dejamos a fuego lento hasta que los calamares estén tiernos.

Si la salsa queda muy líquida diluimos la cucharada de maicena en agua fría y lo echamos a la salsa y le dándole un hervor

Se pueden acompañar de arroz en blanco o pasta.

ENSALADA DE MACARRONES MUY FÁCIL

 

INGREDIENTES:
-Macarrones cocidos que nos hayan sobrado o hechos "ex profeso" para la ensalada.

-Cebolla picada muy fina.

-Una lata de atún
-Un puñado de gambas o langostinos cocidos
-Un poco de lechuga troceada
-Aceite
-Sal
-Vinagre

PREPARACIÓN:

1:  En una fuente echamos la pasta y los langostinos cocidos, el atún y la cebolla. 
Se coloca todo sobre lechuga picada y se aliña con aceite, sal y vinagre.

miércoles, 2 de enero de 2013

ENSALADA CONTRA EL COLESTEROL

ENSALADA FRESQUITA QUE SIRVE DE ENTRANTE

Yo compré todo en Mercadona y, si es posible, de la marca Hacendado que es muy económica y rica.
Receta para 6 personas.

INGREDIENTES:
1 tarrina grande de queso fresco
1 paquete de trucha ahumada de 100 gr.
1 frasquito de caviar de mujol
1 cebolla dulce (opcional)
1 lechuga (opcional)
NOTA:
La lechuga se puede añadir para hacer más abundante el plato. La cebolla es para quien le guste con este sabor.

CONFECCIÓN DEL PLATO
Si se quiere hacer con lechuga, se pica bien y se pone como base.
Si les gusta con cebolla, se pica muy menudita y se echa bien repartida por la fuente
Se corta el queso en lascas como para tortilla y se coloca sobre lo anterior.
Se corta la trucha en tiras y se pone sobre el queso
Se reparten las huevas de mujol por todo el plato.
Se mete un ratito en la nevera y.... ¡a comer!