jueves, 16 de mayo de 2013

EL CRIMEN DEL PADRE AMARO. COMENTARIO




EL CRIMEN DEL PADRE AMARO (1875),

DE José María Eça de Queiroz (Póvoa de Varzim 1845-París 1900)

Alianza editorial, 1ª reimpresión (2001)

 
Eça de Queirós o Queiroz fue hijo natural de un magistrado e inscrito como “de madre desconocida”. Sus padres se casaron cuatro años más tarde, aunque el niño vivió sus primeros 10 años con sus abuelos paternos. Después se marchó con sus padres a Oporto. Estudió derecho y con 25 años fue destinado a Leiría, en donde ejerció de administrador municipal Y fundó y dirigió un periódico. El ambiente de esta ciudad le motivó a escribir su novela El crimen del padre Amaro, que se publicó en 1875.

Este autor portugués está considerado como el primer novelista realista de su país, aunque en esta novela podríamos hablar más de naturalismo, debido a las escenas desagradables que ocurren en muchas de sus páginas: la vida y muerte de Totó, el parto, muerte y entierro de Amelia y las vicisitudes acerca del hijo, etc.

TÍTULO

Anuncia lo que va a ocurrir en la novela y quién es el autor del crimen. Aunque el Padre Amaro no mata con sus propias manos, su comportamiento es tan deshumano y fuera de toda lógica y coherencia que provoca las muertes.

ARGUMENTO

Un párroco de provincias, amparado en la impunidad que le proporciona su condición de clérigo, se ve arrastrado por la pasión y el deseo, hasta llegar a la mayor degradación moral.

TEMA

El autor aborda el tema del celibato eclesiástico en una sociedad dominada por el oscurantismo y la omnipotencia de la iglesia católica. Critica la corrupción y envilecimiento de algunos sacerdotes que se aprovechan de su poder en la sociedad y de la beatería de las mujeres.

LENGUAJE

Aunque usamos una traducción del portugués al castellano de Eduardo Naval, observamos que el lenguaje es sencillo y fácil de entender. Las descripciones son minuciosas, aunque muy subjetivas, ya que se intenta criticar un modo de vida. El autor  utiliza mucho el monólogo interior para hacer saber al lector los pensamientos de los personajes.

LUGAR DONDE OCURREN LOS HECHOS

En la ciudad de Leiría y en la aldea de Ricoça. En interiores como la iglesia, las casas, sobre todo el salón de la Sanjuanera y muy particularmente en el cuarto del campanero, donde se amaban los jóvenes; también en la habitación de Amelia, en Ricoça, donde ésta da a luz y muere.

PERSONAJES:

La mayoría de los personajes de esta novela están contaminados por la corrupción, la avaricia, la venganza o por el egoísmo y el propio interés.

Existen pocos personajes que se salvan de esta negatividad, como pueden ser el padre de la tullida Totó y el abad Ferrão; éste ofrece una versión más positiva del clero, permitiendo con su presencia en la obra hacernos ver que no todos los curas son depravados.

Los sacerdotes, en general, utilizan l a religión como instrumento de control y represión, que impide a las personas, en especial las mujeres, pensar por sí mismas.

Los principales personajes son:

-Amaro: de jovencito es calificado como “una “mosquita muerta”, modosito, encogido, miedoso, amarillento, algo afeminado (cáp. 3), para ir envileciéndose y llegar a actuar sólo para satisfacer su líbido, su poder y su posición. Llega hasta el crimen por ser una persona que sólo se quiere a sí mismo y perseguir lo que le parece más favorable para él mismo.

-Amelia: joven que fue criada siempre entre curas. Se deja llevar por sus propios impulsos, primero es novia de Joao Eduardo, pero cuando se apasiona con Amaro ya no le interesa Joao y lo trata como a un juguete al que toma y deja cuando le conviene.

-La Sanjuanera: madre de Amelia, vive amancebada, primero con el Chantre y, al morir éste, con el canónigo Dias; ambos, sacerdotes con poder, que le sirven de apoyo en sus problemas y la sustentan.

En su casa se reunen las beatas con los sacerdotes para merendar y charlar y allí es donde Amaro y Amelia empiezan su relación.

El grupo de sacerdotes, devotas y sirvientas constituyen el resto de los personajes.


COMENTARIO

Es una novela costumbrista en la que se describe el modo de ser y vivir de las gentes de Leiría: las meriendas en casa de la Sanjuanera, los veraneos para tomar los baños, el paseo, los cotilleos, el aburrimiento…

Al mismo tiempo es una novela psicológica, porque conocemos los pensamientos de los personajes, sus defectos y virtudes, sus actos nefandos, la beatería convencida y atormentada del grupo de feligresas, las malas intenciones de muchos de los personajes, etc.

La obra presenta a un grupo de personas sin escrúpulos que viven para su propio interés, sin tener en cuenta a los demás. Gente con falsos valores, hipócritas, que viven bajo el proteccionismo de la iglesia católica que perdona todas las bellaquerías de sus sacerdotes, tanto la ambición, la lujuria, la mentira continuada..., como las calumnias, destrozar la vida a los demás, e incluso el crimen.

Se utiliza una trama demasiado “folletinesca” para criticar a  cierta parte de la Iglesia Católica carcomida por la corrupción.

La obra constituye un ataque abierto a la institución eclesiástica que, todavía a finales del siglo XIX, contaba en Portugal casi con tanto poder como en la Edad Media. La novela nos presenta una galería de personajes holgazanes y sin ética, tratados como santos por las damas más beatas de Leiría.

El crimen del padre Amaro fue publicado 10 años antes que  La Regenta, del español Leopoldo Alas “Clarín”. Aparecen en ambas novelas los mismos temas, una ciudad de provincias (como también sucede en la Madame Bovary de Gustave Flaubert), donde los personajes de Fermín de Pas y Ana Ozores se comportan igual que el Padre Amaro y Amelia, su “seducida” feligresa. Sin embargo, la historia  soslaya la gran profundidad psicológica de los personajes de La Regenta, quizás en favor de una narración más centrada en examinar la corrupción eclesiástica.

Algunas escenas son de una potencia tal que golpean al lector con la impasible crudeza con la que Eça de Queiroz retrata a cierto tipo de clero, profundamente egoísta, al que el sentido de la caridad y la compasión les resultan totalmente ajenos (pág.111).

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